Esta vez soy yo solamente, Bonita (Jr.), escribiendo nuestro blog -- Chico no puede correr por el viñedo, con lo mucho que le gusta, porque sus rodillas le están dando problemas (dicen que es artritis, ¡ugh!). Es que se está haciendo viejo, ¡ya ha cumplido 9 años! Yo, en cambio, tengo sólo 4, en la flor de la vida como dicen. ¡Y me ENCAAAANTA correr arriba y abajo por el viñedo! En mi vida anterior estaba con una familia que no sólo no tenía ningún viñedo, sino que además me pasaba la mayor parte del tiempo en un patio. ¡Es como si hubiera muerto y vuelto a nacer!
En realidad, me conozco bien los viñedos pues he ido en varios paseos con Mamá y el equipo. ¡Hace ya seis semanas que formo parte de la familia Torres! Conque creo que puedo hacer este blog solita, hasta que Chico esté mejor y pueda correr un par de horas otra vez sin estar cojeando al día siguiente, como le sucedió. Y estoy empezando a conocer muy bien a Zach y Filiberto; escucho atentamente cuando hablan en la viña, desde luego, ¡y he aprendido mucho!
Con el buen tiempo y alguna lluvia reciente, las cepas han crecido deprisa. Ya hemos recortado la parte superior, antes de lo previsto.
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El buen tiempo ha acelerado el crecimiento en las cepas, por lo que ya hemos tenido que recortarlas, casi dos semanas antes de lo normal; la razón es porque así pararán el crecimiento hacia arriba y entonces la energía de la cepa se concentrará en la fruta, no en el manto vegetal -- que es lo que ahora queremos.
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