La lluvia finalmente ha llegado ¡y bastante! Ha estado lloviendo sin parar desde mitad de marzo -- justo después de que mamá se fuera a Europa. Estuvo fuera tres semanas, luego volvió por una semana y se fue de nuevo, esta vez para su semana anual de vacaciones esquiando con Cristina, y justo regresó el pasado domingo. Nos gustó ver a nuestra hermanita un par de días, pero ya regresó a París, donde está trabajando. Queríamos ir a esquiar con ellas, ya que nos encanta la nieve, pero no nos quisieron llevar...
Hoy hemos ido al Viñedo Doña Margarita; la noche pasada llovió muchísimo y todo estaba muy mojado, ¡lo cual nos encanta, por supuesto! Correr por ese viñedo es el sueño de cualquier perro... especialmente porque brillaba el sol y era una mañana magnífica. Pero luego, imaginaros que cayó pedrisco por la tarde. ¡Este tiempo es una locura! Hemos tenido unos 125 cm de lluvia esta temporada, pero las 2/3 partes han sido en las últimas cuatro semanas. ¡Ya queremos ahora que pare la lluvia!
En el viñedo ahora es un tiempo precioso, cuando las cepas vuelven a la vida después del largo descanso invernal. Las diminutas hojas son tan lindas, todas iguales y de un verde brillante. Pero también es el momento en que están más expuestas a los ciervos, uno de nuestros enemigos naturales de aquí. El año pasado alguien dejó la puerta abierta del Viñedo Doña Margarita, y entraron 4 ciervos -- ¡en un par de días devoraron más de un acre, que nos supuso una pérdida de más de 20.000 $!
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