Este año está resultando incluso más retrasado que el pasado ¡que fue la vendimia más tardía de nuestra historia! Ha sido un año duro, y lo continúa siendo; ahora mismo, cuando normalmente deberíamos estar al 100% del envero, tan solo acaba de empezar y únicamente en un par de parcelas. La fruta se ve sana, pero conseguirlo no ha sido fácil; la amenaza del oidium y la botritis, nuestros archi-enemigos naturales debido a que estamos tan cerca del océano, han sido particularmente devastadores con el tiempo tan frío que hemos tenido este año.
Hemos pasado una tremenda cantidad de horas en sacar hojas a las cepas, recortarlas, y pulverizar los fungicidas orgánicos como Kaligreen y Sonata que proporcionan algo de protección contra estos temidos hongos; pero hemos tenido que incrementar la frecuencia comparado con años normales, y también alargarla. Claro, por ser orgánicos, estos fungicidas son menos efectivos que los convencionales -- y más caros. Aun está vigente la amenaza del oidium, aunque ya debería haberse acabado...
En Sonoma Coast, nuestro Viñedo Doña Margarita exige una enorme atención... ¡pero gracias a eso, los pocos racimos que sobrevivieron la fría primavera se ven muy bien!
¡Nuestra nueva plantación de Syrah y Tempranillo marcha viento en popa a toda vela! Tenemos dos clones de Syrah, el 877 (de nuestro propio viñedo) y uno nuevo, el 470, que injertamos in situ con yemas de un vivero la pasada primavera. Estas plantas están creciendo perfectamente en el tubo -- pero siempre que es posible preferimos el injerto de otoño, injertando las yemas de sarmientos verdes de nuestro propio viñedo en Agosto o Septiembre. Realmente se gana medio año, pues como veis en la foto, las plantas están ahora mucho más establecidas y maduras.
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